Jornada 2024

No fue un sábado más

El 7 de septiembre de 2024 se realizó en C.A.B.A. la Jornada de donación de medicamentos y productos de venta libre del Banco Farmacéutico Argentina.

Los resultados fueron:

SEDE ENTIDADES FARMACIAS CANTIDAD DONADA  TOTAL EN  $ ASISTIDOS VOLUNTARIOS
CABA 8 13 970 2.948.078 440 48
VENADO TUERTO – SANTA FE 2 7 306 820.938 71 19
TOTAL ARGENTINA 10 20 1.276 3.769.016 511 67

“Un sábado más, un sábado más,/ sobre Buenos Aires un sábado más” rezaba la canción de un famoso cantautor argentino. Pero no fue esta la experiencia de los voluntarios que participaron el sábado 7 de septiembre de la Jornada del Banco Farmacéutico, una iniciativa que busca promover en diversas farmacias de la ciudad de Buenos Aires la donación de medicamentos y productos de venta libre para entregar a instituciones que los necesitan.

Durante la jornada, voluntarios, empleados de las farmacias y clientes se unen con un mismo propósito: transformar la generosidad en donación de sí mismos. Para muchos de los que vienen participando año a año siempre es una experiencia renovada. Tal es el caso de Sonia, quien quedó impresionada por la generosidad de la gente “¡En mi farmacia me fui a las dos de la tarde, habiendo igualado o superado el listado de necesidades! Solo faltaban un par de productos. Primera vez que escucho menos quejas y veo mayor apertura a donar y eran muy pocos los que se negaban. ¡¡Y alentaban la iniciativa, súper agradecidos por lo que hacemos!”. Beatriz, que participó por primera vez en 2019, convocada por una colega de la universidad, destaca que esta jornada le permitió “poder profundizar en lo que es la Esperanza y mi propia esperanza, que no es una actitud pasiva de esperar que las cosas sucedan, sino es un verbo, por lo tanto hay que esperanzar; es hacer algo para que así sea y lo que estábamos haciendo en ese momento era esperanzar , sembrar la posibilidad del encuentro, de ver la necesidad del otro porque nadie es tan rico que no tenga nada que recibir y nadie es tan pobre que no tenga nada para dar. Esto lo viví muy fuerte en cada una de las personas que ingresó. Hubo una jubilada que se retiró sin donar y al rato volvió a la farmacia pidiendo disculpas y colaboró”. Como comentó una voluntaria de una universidad “detrás de cada donación que hace el BF hay una vida que respira más tranquila”.

Sin embargo, algunos voluntarios se enfrentan a la desconfianza o el recelo de los clientes. Marisa expresa que no tenía la pretensión que la gente donara, sino de que se diera el encuentro: “Una señora que no confiaba en nada, absolutamente en nada de lo que hacíamos, preguntaba y cuestionaba todo, por lo que le dije que quedaba en la decisión de uno poder confiar o no, aunque yo le diera mil razones para hacerlo. Se fue, pero al rato volvió con una donación. No sé qué pasó por su cabeza, pero me asombró que yo no tuviera pretensiones sobre ella, no me hubiera enojado por lo que dijo. Y no me sorprendió que algo de lo que le dije le haya hecho cambiar de postura porque no fui yo sino Otro”.

El caso de José Luis es similar: “Y a mí quién me ayuda, me decían contantemente, con una desconfianza constante y generalizada, pero yo insistía en que estábamos ayudando al hogar de una parroquia. Y fue reconfortante para mí ver cómo donaban los clientes y los de la farmacia también; sobre todo me impresionó mucho eso.” Y es que los empleados son parte fundamental de la Jornada, como resume Sonia: “los empleados y encargados, competían entre ellos por las donaciones. Uno apenas llegó a su turno, se puso la chaqueta y vino directo a seleccionar productos para donar. También es la primera vez que veo tanto compromiso en el mostrador por parte de ellos. Ayudaban a la gente a donar, hablaban muy bien de la campaña, que todos los años “apoyamos”. ¡Súper involucrados!”.

Oscar resume la experiencia de este modo “Verdaderamente esta jornada fue una caricia al alma. Uno no puede no sentirse amado en todo momento de lo que fue está fiesta. Ver la generosidad, el empeño de los chicos nuevos, el humor de los más extrovertidos, las sonrisas de todos, la felicidad en los rostros de los donantes, no se puede contar ni explicar tanta grandeza de gesto. Evidentemente esto es para el hogar, para la gente de las farmacias, para los voluntarios y para todos nosotros. Ver que la vida es dada y que todo es un don de Otro, expresión de una Belleza total. Poder verlo en cada gesto es una gracia y también un desafío a nuestra libertad. ¡Una vez más experimentamos que, “Donar-nos, hace bien”!”